lunes, 16 de septiembre de 2013

Salento: Cuna del Árbol Nacional

Escribir desde Argentina, y luego de 2 meses de estar en este país, lejos de mi linda Colombia se complica bastante...igualmente lo haré como si no hubieran pasado muchos días y si estuviera a metros de este paraiso...

El Mirador de Yambolombia
Llegamos a Salento dudando...estuvimos haciendo encuestas para ver qué nos convenía mas si Armenia o Salento.. Y gracias a Dios fuimos bien orientados hacia este pequeño paraíso!!!

Llegamos al mediodía, y como en todo pequeño pueblo estaba TODO cerrado... sospecho que con mucha suerte conseguimos un Willy que nos lleve al Hostal.. con anticipación reservamos lugar en un Hostal llamado Yambolombia a las afueras del pueblo muy hippie, muy buena onda, muy natural!!
Mientras íbamos, no podíamos creer que estábamos andando por caminos en medio de montañas, pero así era... montañas y verde a todos lados y en el patio del hostal un mirador que transmite toda la paz del mundo...



Calle principal de Salento
Luego fuimos a pasear por el pueblo, donde chusmeamos en cada uno de los pequeños negocios que se abren en la calle principal del pueblo... lleno de recuerdos diferentes y de negocios corrientes como almacenes!!!
En uno de estos almacenes aprovechamos para comprar un café riquísimo que trajimos de recuerdo y que además, un datillo, era mucho mas barato que en el resto de Colombia: Café Quindío.


  Subimos al mirador a contemplar parte del famoso Valle del Cocora, con la amenaza de una tormenta que decidió desatarse justo cuando estábamos en la cima del mirador... una linda lluvia que tapó el valle, pero luego, al despejarse, nos dejó al descubierto un paisaje soñado!!

Vista desde el mirador de Salento


Volvimos al pueblo, hicimos compras para cenar, disfrutamos de unas exquisitas arepas de las paisa!! que son diferentes a las costeñas que disfruté durante toda mi estadía en Colombia...


Disfrutamos de una tardecita lluviosa en la plaza principal del pueblo, viendo como la gente va y viene y disfruta del turismo que le da vida al pueblo...
Salento tiene eso del pueblo chiquito, donde todos se conocen y todos cuidan del pueblo... pero con una gran concurrencia turística que contribuye al crecimiento de este.. Pero es mi deseo que Salento siga siendo ese pequeño pueblo tierno y acogedor, con gente amable, sencilla y sincera!!!



El Valle
Al día siguiente, luego de averiguar horarios, partimos temprano para el pueblo así tomábamos el Willy para ir al tan nombrado Valle del Cocora..medio a las corridas llegamos al willy (q es el único transporte que lleva hasta el valle y por un buen precio), y transitamos algo así como 10km hasta llegar hasta la puerta del Parque Nacional. Y por ahí todavía no se veía gran cosa... pero caminando unos kilómetros ya entendimos porqué todo el mundo nos recomendó ir al Valle del Cocora... es un paraíso por el que podes caminar y disfruutar y llenarte los ojos... en mi escala de Paraisos este le gana a Parque Tayrona, y con eso les digo tooodo...


Caminamos un buen rato entre campos y vacas, viendo las Palmas de Cera (Árbol nacional colombiano) desde lejos... luego nos metimos en una suerte de bosquecito donde nos encontramos un compañero de ruta cachaco, muy buena onda, pero en mejor estado físico que estos dos estudiantes que venían de 5 meses de comer y comer sin hacer deporte! jejeje

Caminante amigo...
 Caminamos hacia una reserva llamada Acaime...que es una reserva de Colibris en lo mas alto del Parque donde nos sirvieron una exquisita taza de chocolate con queso y agua panela caliente con queso y chicha (una bebida dulce)... riquísimo y super amable.. allí conocimos a un niño que se encargó de comentarnos la vida de los pajaritos de la zona!!


El Valle del Cocora desde arriba
Luego seguimos caminando, seguimos subiendo con lo poco de piernas que nos quedaba y llegamos hasta una casa-refugio, q era lo más alto que podíamos llegar y volvimos caminando por un camino limpio: a la derecha la montaña y a la izquierda el gran Valle del Cocora.. y ahí entendimos todo...

El valle desde ese ángulo es un verdadero PARAÍSO!!! Lo recomiendo: a caballo, a pié, cansado o con toda la energía... es de los mejores lugares del mundo que he conocido!!!



El Valle del Cocora desde abajo
A la vuelta, era tal el hambre que teníamos que no nos privamos de comer una buena trucha al ajillo en un lugar que recomendamos porq realmente comimos mejor que en ningún lado: Restaurante Andrea. Lo mejor de lo mejor, sobre todo cuando no habíamos llevado nada para comer durante la caminata y el único alimento que teníamos encima era el aguapanela caliente y el chocolate con queso....

Donde se come la mejor Trucha al Ajillo











Luego volvimos con los pies cansadísimos al hostel... esa noche dormimos como nunca.. al otro día ya partiríamos, colmados de nostalgia y sentimentalismo, para Bogotá.. nuestro último destino dentro de Colombia...

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